Explorando el poder de las marcas comprometidas con causas sociales, ambientales o de cualquier otra índole.
No hay duda de que vivimos en una era en la que las marcas se han convertido en algo más que simples proveedores de productos. Una mañana, mientras navegaba por internet en busca de un par de zapatos para la próxima aventura de trekking con mi hijo, me encontré con una marca que cambió mi percepción por completo: Patagonia. Conocida por su ropa y equipos de montaña de alta calidad, esta presentaba algo más: un compromiso genuino con la protección del medio ambiente.
Desde ese momento, me intrigó la idea de las «marcas con propósito» y cómo podían ir más allá de las transacciones comerciales para abordar problemas sociales y ambientales. Fue así como inicié una exploración de otras que compartían este enfoque. Me topé con otra: Unilever Prestige (Dove), que ha demostrado un fuerte compromiso con la sostenibilidad y la responsabilidad social. Dove se ha enfocado en promover la autoestima y la imagen corporal positiva, lanzando campañas que desafían los estándares de belleza tradicionales y promoviendo la diversidad en la publicidad, algo así como “yo soy perfecta así, como soy”.
Mi investigación me llevó aún más lejos, y encontré la historia de Warby Parker, una marca de anteojos. Esta empresa, por cada par de anteojos vendidos, dona un par a personas menos afortunadas. Era un testimonio del poder que las marcas tienen para fomentar el cambio social y la igualdad de acceso a la atención visual.
Pero dentro de todo este mundo del propósito de las marcas, es necesario desglosar un par de elementos. Hoy, podría decirse que estas les pertenecen a los clientes, porque son ellos los que exigen la experiencia, que se cumplan las promesas y con el sentido de identificación, y hasta ahí, todo bien. Pero la gente no va a comprar solamente un producto por su propósito, no. Y bien lo explicaba hace un tiempo el director de marketing y comunicación de adidas sobre un nuevo modelo de zapatillas 100% reciclables y recicladas: “…no creemos que la gente los vaya a comprar porque son sustentables. Los van a comprar porque son increíbles … ¡y además son sustentables!”.
Entonces, las marcas con propósito no solo ofrecen productos, sino también una conexión con valores y una causa más grande, demostrando que el éxito empresarial y el impacto social pueden coexistir de manera efectiva.
Mi viaje por el mundo de las marcas con propósito me dejó claro que las empresas pueden ser fuerzas de cambio en la sociedad. Estas no solo se enfocan en las ganancias, sino también en crear un impacto positivo. Las historias de Patagonia y Warby Parker son un solo ejemplo de que nuestras elecciones de compra pueden marcar la diferencia. En un mundo en constante evolución, estas marcas con propósito nos desafían a pensar más allá de lo tangible y a considerar el impacto social y ambiental de nuestras decisiones.
Cristina Zuñiga Paredes, Experta en comunicación.